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6,Abril,2022

Cannabis y Dopamina

Seguramente ya hayas hayas oído hablar de la dopamina.

Una sustancia química  del cerebro. Esta molécula, también conocida como la hormona de la “felicidad”, juega un papel clave en nuestro estado de ánimo. Pero además de promover la felicidad, la dopamina contribuye a sensaciones y comportamientos más complejos, incluida la recompensa y la adicción.

La cannabis puede llevarnos a un estado de relajación y bienestar. Teniendo en cuenta este efecto, es lógico que la cannabis influya en los niveles de dopamina del cerebro. Y, de hecho, a lo largo de los años, la investigación sobre la cannabis ha establecido una conexión entre fumar o ingerir cannabis y un aumento en el nivel de dopamina.

Esta molécula

Tiene un impacto enorme en nuestra forma de actuar en la vida diaria. Esta detrás de cada decisión que tomamos, nos ayuda a levantarnos de la cama e incluso interviene cuando se nos antoja un porro o un bongazo. La dopamina tiene un control casi total sobre lo que consideramos un comportamiento gratificante.

Sin embargo, este sistema puede ser contraproducente y lo es. El cerebro en seguida se encariña con los alimentos azucarados y las experiencias psicotrópicas agradables, incluido el efecto de la cannabis. Aunque estas fuentes de felicidad son excelentes cuando se consiguen en moderación, pueden pasar factura si se hace de forma crónica durante periodos prolongados. Y un sistema de recompensa muy reforzado puede hacer que persigamos todo el tiempo ese efecto agradable, sin tener en cuenta las consecuencias a largo plazo, como puede ser una motivación reducida para realizar actividades cotidianas o emocionales negativas.

Recuerda que los excesos siempre tienen consecuencias.

Demasiada cannabis puede provocar un impacto en el sistema de recompensa de tu cerebro. Sin embargo, fumar o comer cannabis de vez en cuando no solo te ayudará a evitarlo, sino que te ofrecerá una experiencia más agradable cada vez que decidas darte un gustito.

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