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27,Julio,2022

¿Cuánta agua necesita una planta de cannabis?

Cuánta agua necesita una planta de cannabis es una pregunta que se hacen muchos cultivadores. Pero la realidad es que la respuesta es complicada.

Una planta necesita el agua que demande. Sabemos que esto no resuelve ninguna duda, pero es que realmente no existe ninguna fórmula para saber exactamente cuándo regar.

Son muchos los factores a tener en cuenta, como temperatura, humedad, calidad del sustrato, tamaño de la maceta, tamaño de la planta, fase de cultivo e incluso la variedad cultivada.

Así que la regla es regar cuando la planta lo necesite y con todo el agua que necesite. Te lo explicamos a continuación para que no te quedes con dudas.

¿Cuánto se debe regar el cannabis?

Uno de los problemas del riego de plantas es que no es una ciencia exacta, y hay numerosas circunstancias que influyen en la cantidad de agua que se les debe administrar. Por ejemplo, a medida que las plantas crecen, sus necesidades de agua van cambiando. Pero hay otros factores más complejos que también determinan cuánto debes regar tus plantas. Vamos a analizar los más importantes:

  • Etapa de crecimiento

Las plantas de marihuana tienen diferentes demandas de riego en función de su etapa de madurez. Las pautas específicas que presentamos a continuación son aplicables para plantas maduras en vegetativo y floraciónLas plántulas y los esquejes requieren mucha menos agua.

En las primeras etapas, no riegues las plantas con demasiada potencia, ya que podrían doblarse y las raíces en pleno desarrollo podrían dañarse. En su lugar, utiliza un pulverizador para humedecer suavemente el sustrato.

Espera a que la tierra se seque por completo antes de repetir el procedimiento. La rapidez con que se seque el suelo dependerá de las condiciones ambientales, pero se trata de pulverizar aproximadamente una vez cada 2-3 días.

  • Medio de cultivo

El medio de cultivo que utilices determinará en gran medida la cantidad de agua que va a retener el suelo, y el drenaje también desempeña un papel importante en la frecuencia y la cantidad con las que deberás regar tus plantas. Al cannabis le gustan los suelos ricos, aireados y “vaporosos” que están bien drenados. También hay que tener en cuenta que los recipientes de cultivo deben tener agujeros en el fondo para eliminar el exceso de agua. Las mezclas de suelo densas retienen la humedad durante mucho más tiempo, por lo que requieren de un riego menos frecuente. De lo contrario, la humedad perdurará en el suelo y provocará deficiencias de nutrientes, putrefacción de la raíz y aparición de hongos, plagas y muchos otros problemas.

Aquí tienes una forma rápida de comprobar si el agua se está drenando correctamente: si tarda varios minutos a evacuarse después de empapar el suelo, y/o si el suelo tarda más de 3 o 4 días a secarse, lo más probable es que tengas un problema de drenaje. Aunque no veas síntomas en ese momento, podrías tener problemas más adelante. En este caso, puedes añadir perlita, o algo parecido, al suelo para airearlo y mejorar su capacidad de drenaje. La perlita garantiza que el agua no permanezca demasiado tiempo en la maceta. La clave de un buen suelo, ya sea comprado o casero, es un equilibrio entre la retención de humedad y el drenaje de agua. Por lo general, esto se traduce en un suelo oscuro y rico, modificado con perlita y/u otras sustancias que proporcionen un medio saludable y eficaz para que crezcan las plantas.

  • Tamaño del recipiente

Las dimensiones de la maceta también afectarán al equilibrio entre la retención de humedad y el drenaje. Si tienes una planta pequeña en una maceta enorme, empapar todo el sustrato la ahogará antes de que tenga oportunidad de desarrollarse. Por otra parte, podrías experimentar el efecto opuesto con unas plantas gigantescas que tengan sus raíces anudadas dentro de recipientes minúsculos. Este también es el motivo por el que los cultivadores suelen plantar los plantones en macetas más pequeñas y los trasplantan a recipientes más grandes a medida que la planta crece. Una maceta pequeña hará que sea más fácil evitar regar los plantones en exceso.

  • Temperatura exterior e intensidad lumínica

Las plantas de cannabis no siempre crecen al mismo ritmo. Una planta en un ambiente frío, por ejemplo, crecerá mucho más despacio que otra en condiciones más cálidas. La intensidad lumínica también desempeña un papel importante. Las plantas que reciben más luz y calor necesitarán una mayor cantidad de agua y fertilizantes que las que crecen con poca luz y temperaturas bajas.

  • Salud de las plantas

La salud y vitalidad de tus plantas también determinará la cantidad de agua que necesitan. Si su crecimiento es lento o está atrofiado, o si la planta tiene alguna enfermedad o plaga, es probable que no necesite tanta agua como una planta sana.

Cómo saber si tus plantas están sedientas

Ya conoces los factores que determinan la cantidad y la frecuencia con que las plantas de cannabis necesitan agua, y cómo estos factores pueden ser distintos para cada una. Pero, ¿cómo sabes exactamente cuándo tienes que regar?

Estas son algunas señales de que tus plantas están sedientas:

  • Plantas débiles y caídas

Si tus plantas de cannabis tienen mucha sed, languidecerán. La planta entera tendrá un aspecto débil y enfermizo que es difícil pasar por alto. El único problema es que las plantas sedientas pueden tener el mismo aspecto alicaído que las que han sido regadas en exceso. La diferencia está en que las hojas de estas últimas suelen tener un color verde oscuro y forman una especie de “garra” al ondularse y doblarse hacia abajo, por lo que la planta entera adquiere un aspecto pesado y anegado.

Si tienes algo de experiencia, sabrás diferenciarlo. La mayoría de las veces, debería resultar obvio si este estado se debe a un exceso o a una falta de riego: si el suelo está seco y no has regado en mucho tiempo, es menos probable que el aspecto enfermizo de tu planta sea debido a un exceso de riego.

Consejo: ten en cuenta que una ligera falta de riego es siempre mejor que un exceso de agua. Si riegas unas plantas sedientas pero sanas, deberían recuperar su apariencia normal en un par de horas. La falta de riego ocasional no suele tener consecuencias nefastas. El riego excesivo, por otro lado, mata a las plantas poco a poco.

  • Hojas amarillas o marrones

Además de marchitarse y encorvarse debido a la falta de agua, tus plantas también podrían presentar un descoloramiento amarillo o marrón. Aunque es normal que las plantas desarrollen hojas amarillas durante las últimas semanas de la floración, una planta en etapa vegetativa no debería tener hojas secas, amarillas o marrones.

  • Comprueba el suelo

Elimina la incertidumbre de tu rutina de riego con un método simple. Introducir la punta del dedo en la tierra hasta una profundidad de 5cm te proporciona un buen indicador de lo seco que está el sustrato en la parte superior. Pero no te permitirá detectar el contenido de agua en el medio y el fondo del sustrato.

En cambio, si pesas las macetas podrás hacerte una idea más clara de la cantidad de agua que queda. Puedes actuar en base a una sensación general de cómo notas las macetas en tus manos cuando están secas en comparación a cuando están saturadas. Mejor incluso, pésalas para saber exactamente cuándo necesitan un poco más de H₂O.

Cómo regar las plantas de marihuana

Hay una regla simple: ¡Riega poco, pero riega bien! En lugar de regar tus plantas con frecuencia, riégalas de forma saludable y sin empaparlas. Pero, ¿cuánta agua hace falta?

Un buen riego significa regar la tierra al 25-33% de la capacidad de la maceta. Esta cantidad de agua proporciona al sistema de raíces todo lo que necesita, sin causar acumulación y posibles problemas de hongos.

Cuando riegues, empieza por la parte central del sustrato. Deja que las raíces respiren y después riega los bordes de la maceta. De esta manera, fomentarás que el cepellón alcance los bordes de la maceta y también harás que los nutrientes que se encuentran en la parte superior del sustrato lleguen hasta el sistema de raíces en la parte inferior.

Este método proporciona la cantidad adecuada de agua, sin que se formen charcos en el sustrato. El exceso de riego crea un ambiente húmedo, un caldo de cultivo perfecto para hongos patógenos que provocan la pudrición de raíces.

  • No dejes las plantas en medio del agua de drenaje

Además de tener agujeros en el fondo, las macetas deben levantar ligeramente del suelo para que se drene toda el agua y las plantas no queden en medio de esa agua sucia. Las bandejas de drenaje recogen esta agua, pero deberás deshacerte de ella inmediatamente después, para evitar que se forme un criadero de bacterias, plagas y moho.

  • La importancia del pH a la hora de regar tus plantas

Si cultivas cannabis de forma orgánica en tierra, no necesitas preocuparte demasiado del nivel de pH de la solución fertilizante. Pero para la mayoría de cultivadores que usan fertilizantes minerales y cultivan en coco o sistemas hidropónicos, el nivel del pH del agua es muy importante.

Esto es debido a que las plantas de cannabis tienen un rango de pH muy reducido en el que pueden absorber nutrientes. Si el nivel de pH del agua es demasiado alto o demasiado bajo, las plantas serán incapaces de absorber los nutrientes, aunque estén presentes, un fenómeno que se conoce como bloqueo de nutrientes.

Cuando se cultiva en suelo, el pH del agua deberá ser de entre 6,3 y 6,8. Si cultivas sin tierra (por ejemplo, en coco) o con un sistema hidropónico, el pH deberá ser aún menor, de entre 5,5 y 6,1. Para medir el pH del agua, usa una tira o gotas de medición de pH. Si el pH es demasiado alto o demasiado bajo, utiliza unas gotas del corrector adecuado para lograr el nivel ideal. 

Además, si estás añadiendo fertilizante para marihuana al agua, mide el pH después de cada riego. Esto te dará datos precisos de cómo ha influido en el suelo. También te permitirá saber si necesitas añadir más fertilizante o modificar la dosis del próximo riego.

Cómo recoger el agua de escorrentía

Recoger el agua de escorrentía es una forma sencilla pero efectiva de reducir un riego excesivo. Cuando las riegas demasiado, tus plantas pueden quedar atrapadas en un charco de agua que reduce la aireación y favorece las condiciones para que ataquen los patógenos. Sigue estos consejos prácticos para evitar esta situación.

  • Utiliza bandejas inclinadas

¿Cuál es la solución más sencilla? La gravedad. Al colocar las bandejas en pendiente, el exceso de agua se drenará de los tiestos y se acumulará al final de la propia bandeja. No, no necesitas ninguna herramienta sofisticada. Coloca un objeto impermeable en el extremo inferior de la bandeja; puedes usar cualquier cosa, desde tapones de botellas hasta tapas de plástico. Esa pendiente gradual hará que el agua se desplace hacia la parte delantera de la bandeja, lo que facilitará su extracción.

  • Cómo eliminar el agua de escorrentía

¿Qué puedes hacer con toda esa agua acumulada en las bandejas? Hay muchas formas de deshacerte de ella. Echa un vistazo a algunas a continuación:

Cómo regar las plantas de marihuana cuando no estás en casa

Es posible que llegue un momento en el que tengas que alejarte de tus plantas durante el cultivo. A veces, unas vacaciones, un compromiso o algún evento importante podrían obligarte a abandonar tus plantas durante un tiempo. Aunque siempre puedes dejar las luces encendidas y regarlas antes de irte, las plantas de marihuana necesitan agua cada pocos días.

Si solo vas a faltar un fin de semana, no pasa nada. Pero si tienes que ausentarte más tiempo, tendrás que encontrar la forma de asegurarte de que sus necesidades de riego estén cubiertas. Echa un vistazo a estas maneras sencillas y creativas de mantener tus plantas sanas y salvas durante tu ausencia.

Opciones económicas

No es necesario invertir mucho tiempo y dinero en encontrar la forma de ayudar a tus plantas. Las opciones fáciles y baratas funcionan igual de bien. Estas son las tres maneras más efectivas de mantener tus plantas regadas con poco dinero.

  • Pídeselo a un/a amigo/a

Pídeselo a alguien de confianza. Obviamente, deberá ser una persona en quien confíes por completo. No querrás que todo el mundo se entere de tu hobby botánico, ni que te desaparezcan los cogollos.

Si es posible, llama a un/a amigo/a que tenga experiencia en cultivo. De esta forma, sabrá cuándo y cuánta agua administrar. Si se lo pides a una persona que es nueva en este mundo, asegúrate de informarle sobre el exceso y la falta de riego para evitar la pudrición de la raíz y el bloqueo de nutrientes.

Cuando vuelvas, agradéceselo con una buena fumada, y no te olvides de darle un poco de tu cosecha como agradecimiento por su trabajo.

  • Sistema de goteo casero

Los sistemas de goteo son una forma excelente de proporcionar agua a tus plantas de manera lenta y constante. En lugar de encharcar el sustrato de vez en cuando, los sistemas de goteo proporcionan una cantidad de agua mínima y constante que se va acumulando y se drena uniformemente con el paso del tiempo.

Toma una botella de agua vacía y haz un par de orificios en el tapón con un martillo y un clavo. Llena la botella de agua y vuelve a poner el tapón. Haz un agujero en el sustrato de la maceta o parterre, y coloca la botella bocabajo en él. Con este método, mantendrás tus plantas hidratadas durante unos cinco días.

  • Invernadero improvisado

Con solo una bolsa de plástico, se puede crear un invernadero provisional que recicle el agua que las plantas liberan a través de las hojas. Pon cuatro estacas de madera a una distancia uniforme en cada esquina del recipiente, de modo que forme una estructura de soporte. A continuación, riega bien la planta y ponla en un sitio alejado de la luz solar directa.

Coge una bolsa grande de plástico transparente y cubre la planta, apoyando la parte inferior sobre las cuatro estacas. Con un trozo de cordel, ata la abertura de la bolsa al borde de la maceta, dejando que pase el aire. La bolsa hará que se forme condensación y llueva sobre la tierra, dando lugar a un ciclo continuo.

  • Conos de riego automático

Si prefieres soluciones sencillas, prueba los conos de riego. Estos estupendos dispositivos consisten en un pequeño cono y un tubo que lo conecta a un depósito de agua, para el que se puede utilizar cualquier recipiente, desde un frasco de vidrio hasta un túper de plástico. Desenrosca la tapa del cono y llénalo de agua. A continuación, inserta el cono en el sustrato y coloca el extremo del tubo en el depósito.

El agua se filtrará a través del tubo, dentro del cono y por todo el medio de cultivo, para mantener tus plantas hidratadas cuando no estés presente. A pesar de su sencillo funcionamiento, los conos hacen un gran trabajo proporcionando equilibrio. Liberan humedad aproximadamente a la misma velocidad que la absorben las plantas, lo que reduce al mínimo el riesgo de un riego excesivo.

Opciones de alta tecnología

Si tienes dinero, ¿por qué no invertirlo en mantener tus plantas regadas y tu cosecha a salvo? Algunos cultivadores están dispuestos a gastarse lo que sea necesario, y otros simplemente disfrutan ideando productos de cultivo de alta gama. Descubre las dos mejores opciones de alta tecnología para mantener tus plantas hidratadas mientras estás fuera.

  • Sistema de riego

Los cultivadores modernos tienen el lujo de poder elegir entre una gran variedad de productos para el riego. Estos dispositivos utilizan temporizadores y controladores para regar tu marihuana a la carta. Un sistema de tubos conectados a un depósito, proporciona agua a recipientes individuales en el momento y lugar que elija el cultivador. Algunos modelos incluso disponen de conexión wi-fi y permiten cambiar los parámetros a través de tu smartphone.

  • Sistema de goteo lento con temporizador inteligente

Los sistemas de goteo lento con temporizadores inteligentes son la versión de alta tecnología del truco de la botella que hemos explicado antes. Estos sistemas son muy fáciles de montar en casa, y proporcionan un goteo constante de agua que mantiene a las plantas felices e hidratadas.

Estos sistemas vienen con una manguera, conectores para goteo, grapas para sujetar la manguera, y un temporizador. Los conectores para el goteo se colocan a lo largo del tubo, de forma que rieguen individualmente plantas distribuidas por todo el parterre o cuarto de cultivo. Solo tienes que programar el temporizador con los ajustes que prefieras, y ya está listo para usar.

Conclusión: riega en abundancia pero no demasiado a menudo

Si sabes cómo y cuándo regar tus plantas, y eres consciente de todos los problemas que pueden ocurrir, podrás evitar los problemas más habituales del cultivo de marihuana. Cultivarás plantas felices y saludables, y obtendrás unas cosechas fantásticas.

¡Feliz cultivo!

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